miércoles, 13 de noviembre de 2013

La culpa de todo la tienen las películas


 “Un final feliz depende por supuesto, de donde quieras que acabe tu historia”                                            Orson Welles 
Las películas nos enseñan a vivir. Mamá, papá, los amigos del barrio, de la escuela, las maestras de la primaria, los profesores de la secundaria, nos dan algunos consejos, pero hay cosas que quedan en manos del cine.
A todos nos criaron la tele y las películas, especialmente las de Hollywood. O por lo menos a todos los que yo pueda respetar y decir que tuvieron una infancia digna. Si yo digo Marty McFly, Falcor o Wilow y alguno no sabe de lo que hablo, yo lo primero que pienso es que no tuvo infancia. O no una muy felíz.

Al principio creemos que vivir es así, como en las películas. El problema aparece cuando tratamos de llevarlo a la práctica en la vida real y nos damos cuenta que o tenemos a los peores guionistas del mundo, o esta es la peor película de la historia.
Empezamos a sospechar que las cosas no son como en la tele cuando la noche en que vamos a dar nuestro primer beso a la chica que nos gusta, no estamos abajo de un árbol, no hay luna, ni aparece un pianito de fondo para decirnos que ahora es el momento. Estamos en un boliche oscuro, gritando, ella está medio borracha, no existen esos planos detalle donde los ojos se encuentran, uno sonríe, ella devuelve tímida la sonrisa y baja la cara, y nosotros decimos algo lindo. Acá si la mirás mucho lo más probable es que le diga a las amigas que le das miedo. Si siempre fuiste el carilindo del aula y ella está perdidamente enamorada de vos obvio que esto no te va a pasar, pero a mí y a los otros 16 varones de la división sí.
Es en esos momentos es cuando vemos el desfasaje. Nos damos cuenta que los guiones se nos traspapelan, que somos como muchas películas grabando todas juntas en el mismo set y por eso el día que La Naranja Mecánica se cruza con Notting Hill y los dos quieren a la chica de Transformers, la que siempre estuvo enamorada del pibe de Crepúsculo, que para colmo es puto, el desastre es inminente. Crossovers para el olvido.
Y nunca fatan los que quieren dirigirnos la película. Un Tarantino que dice que falta sangre, un Tim Burton que dice que hay mucha luz y de atrás se asoma un Spielberg y agrega que él pondría dos o tres dinosaurios. Lo mejor es escucharlos, pero hacer lo que se nos cante, que va a ser la única forma de no arrepentirnos. Esta película será un desastre, pero es nuestro desastre.
Creo que el único momento en que podemos dirigir la película de alguien por un ratito debe ser cuando somos padres. O más que dirigir dar un poco de teoría del cine: Esta es tu cámara y esa es tu vida, hay tomas que se graban una vez así que aprovechalas, si no filmas tu pelicula alguien más la va a filmar por vos, no dejes que eso pase. La película que quiere tu mamá es una película en la que sale todo bien, pero esa es la película de tu mamá, tenelo en cuenta y no le digas a tu mamá que esto te lo dije yo.
Tengo una amiga a la que la madre no le deja contar que en su película no hay un príncipe azul y una princesa, sino que hay más bien dos princesas. Y no es que no la deja contarlo porque no la quiere, no la deja contarlo porque  por un lado es verdad que el cine under no le va, pero principalmente por la crítica. Todos pensamos en la crítica, inclusive cuando decimos que no nos importa. Si no nos importara no haría falta aclararlo. 


Admito haberle robado líneas a muchas películas. El secreto está principalmente en decirlas como al pasar y que nuestro interlocutor no la haya visto.

Hace poco un amigo venía muy deprimido porque se había quedado sin laburo:

-No quiero ni pensar, encima a esta altura del año no hay nada. Debo ser la persona con más entrevistas y menos llamados del mundo.

-Tranqui, "nos caemos para aprender a levantarnos". (Batman: the dark knight rises)

Otra vez en una mesa de bar la discusión era: ¿Batman o Superman?.

-Superman lo pasa por arriba a tu Batman, Superman vuela, tira rayos láser...

-Por eso, así cualquiera, eso es trampa, Batman es todo a pulmón.

-Pero lo destroza.

- Superman no nos quiere.

-¿Eh?

- A ver "Clark Kent es lo que Superman piensa de nosotros" (Kill Bill Vol.2).

Un drama, una comedia, una romántica, o una de terror, o todas juntas, eso es un poco la vida. Quizás el secreto esté en animarnos a ser protagonistas.
Hasta la próxima.

1 comentario:

Tincho / Parker dijo...

Uff... cuanto se ha hablado y pensado ya a este respecto (sin ir más lejos, este asiduo lector percibió que tiene un macabro Guionista desde más o menos la mitad de su vida). Igual te digo: ¿sabés que está bueno pensarse dentro de la película de tu vida?

Porque va en nosotros ver si hacemos caso a lo escrito o nos ponemos a reescribir como locos (porque aparte de ser protagonistas, nos toca, de paso, ser directores). ¿Y por qué no buscar, al menos, que nuestra historia sea, cual maldición oriental, "muy interesante"?

Y bueno, ojalá todos lleguemos a ese punto donde no busquemos los grandes finales, sino aprendamos a disfrutar de cada paso del camino.

(... y si a esa frase no me la robé de alguna peli, pasa raspando...)