domingo, 1 de enero de 2012

Primera Crónica

En esta oportunidad, por ser la primera de la serie de crónicas que se sucederán en lo posterior, intentaré dejar más o menos en claro ¿qué es Pepper Land? Y digo más o menos, porque sólo puede explicarse más o menos.

En primer lugar afirmar que no es una cosa en sí, sino más bien un estado de las cosas. Cada semana, planeo hacer algo que me ayude a estar un poco más cerca y contar la experiencia en el blog. ¿Esto no será una excusa para hacer esas cosas que vivo relegando?, puede que sí, lo que en todo caso convertiría a este, en el primer blog de autoayuda real en la web.

Auxilio! Policía en cubierta



Después de mucho deliberar, decidí que la primer medida a tomar para encontrar mi Pepper Land, sería insistir con la en mí ya trillada idea de empezar el gimnasio. ¿Por qué? Para bajar los kilos demás, para hacer algo por la oxidada estantería y porque simplemente es un clásico. Cuando alguien quiere hacer algo por su vida empieza el gimnasio, no pregunten, es la forma en que las vidas cambian, donde la calabaza se convierte en carroza, a cambio de transpiración… y módicas cuotas que no paran de subir.

Cuestión que por lo ya mencionado y para ir agotando de entrada las ideas recurrentes, empezar el gimnasio fue lo que elegí para inaugurar la búsqueda, que anticipo, no logré comenzar a cusa de problemas con la ley.